Carrera de hipopótamo o gacela

Javier Zabala

¿Le gustaría ganar el doble que su sueldo actual y, a la vez, trabajar tres meses menos por año? Bueno, para eso tendría que ser capaz de producir 78 dólares en cada una de las 1.400 horas que trabaja al año un noruego, versus los 25 dólares en cada una de las 2.000 horas que trabaja un chileno. La diferencia en oportunidades que eso le abre a ese trabajador noruego —más ahorro para el futuro, o más vacaciones y disfrute para hoy— se explica prácticamente por su productividad.

Es un hecho que en Chile se le puede echar en parte la culpa al empedrado. No es fácil ser productivo cuando hay más de 300 mil normas (entre leyes, decretos, DFLs y reglamentos) que entraban nuestro trabajo, pero también pareciera haber mucha explicación en el estilo empresarial privado local. En nuestro país, una empresa grande es 1.4 veces más productiva que una chica, pero su par OCDE lo es 2.3 veces. Según la Comisión Nacional para la Productividad, la diferencia se explica mayormente por la falta de competencia que existe entre las empresas grandes acá.

Los investigadores indican que el 88% del crecimiento de productividad en Chile se da por lo que ellos llaman "empresas gacela". Acá son tan sólo unas 480 firmas (menos del 5% del total estudiado), que por cinco años han sido capaces de crecer al 20% anual, y que por tanto logran hacer que sus trabajadores aumenten rápidamente en 2.5 veces su output.

Yo contrasto esto con las que llamo "empresas hipopótamo". Probablemente nadie les teme, siendo un animal básicamente redondo, herbívoro, y que pasa la mayor parte del tiempo semi hundido en su charco. Pero esto esconde que esta especie mata unos 500 humanos al año, pues en el fondo es un animal territorial que, si no le gusta que alguien se acerque, silenciosamente se sumerge, avanza bajo el agua y vuelca su canoa. Y sus posibles rivales se ahogan.

A mi juicio, desarrollar una carrera en empresas hipopótamo es peligroso, pues por su baja productividad, sus ejecutivos pueden ser fácilmente reemplazables por personas más productivas, o por bots. Además, la cosecha de frutos es bien exigua, pues se trabajan larguísimas horas.

Para mantener una carrera vigente y productiva, yo recomendaría virar activamente hacia empresas que le exijan alta productividad a sus ejecutivos. Las obvias son filiales de empresas de países productivos, con prácticas y ética laboral de alto estándar. La peor posición es trabajar en una empresa oligopólica, y por tanto, en riesgo de ser afectada por el regulador o los mercados. Trabajar en una empresa chica tampoco es bueno para la carrera si ésta no tiene ambiciones de dar largos saltos de gacela, y de exigirle a uno inventar prácticas productivas para subir rápidamente la contribución al negocio. Por último, si su empresa ya es grande, busque divisiones que tengan espíritu y metas de fuerte crecimiento, y que idealmente compitan en mercados y contra empresas altamente productivas.

Al final, si quiere ganar y vacacionar como un noruego, decida si estará en una manada de hipopótamos o de gacelas.